¿Qué siente Esteban García por la niña Alba? ¿Porque?
El realismo mágico se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la de suscitar emociones sino más bien expresarlas y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad. “En la literatura, el Realismo Mágico es un género en el que el autor combina elementos fantásticos y fabulosos con el mundo real, creando un equilibrio entre una atmósfera mágica y la cotidianidad, quebrantando las fronteras entre lo real y lo irreal, ubicando cada uno de estos en el lugar del otro. Escriban fragmentos onde se expresen este tipo de situaciones
-El sentimiento que Esteban Garcia tenia por Alba era de odio y rabia,Alba representaba todo lo que el no seria jamas ni tampoco lo que ella heredaría no seria suyo.
ResponderEliminarA la vez se sentía atraído por la suave fragancia que a Alba la envolvía.
La manera de actuar de Esteban Garcia era de muy bajos instintos, la acariciaba recorría su cuerpo sintiendo unos deseos tremendos de verla sufrir y que muriera en sus brazos,mientras todo esto pasaba por su cabeza Alba seguía hablando sin parar.
Su excitación le hacia tener pensamientos confusos.En un momento el le tomo la mano y la apoyo sobre su miembro que estaba en total erección y le pregunto si sabia que era eso y Alba con total naturalidad le respondió¡tu pene!(ella lo habia visto en laminas de los libros de medicina de su tío Jaime y en su tío Nicolas,cuando paseaba desnudo haciendo sus ejercicios asiáticos),la reacción que tuvo Esteban Garcia fue ponerse de pie y dejarla caer sobre la alfombra."-Todo lo que sentia no era mas que un resentimiento,odio y sed de venganza .Cap:IX-Pag:172.
Bien. (faltan tildes en varias palabras)
Eliminar●Esteban Garcia sentia odio por la niña Alba .
ResponderEliminarVeìa en ella lo que nunca tendrìa, lo que nunca serìa. Deseaba hacerle daño, destruirla, pero tambien a su vez sentìa una atracciòn perversa. Deseò oirla gemir y morir en sus brazos, deseò desnudarla y se sintiò violentamente excitado.
Esteban Garcia tenia ODIO por Alba porque ella representaba todo lo que el no seria jamas ni tampoco lo que ella heredaría no seria suyo.
ResponderEliminarCon la otra mano
incursionó debajo del vestido almidonado, recorrió las piernas infantiles, encontró el
encaje de las enaguas de batista y las bombachas de lana con elástico. En un rincón de
su cerebro le quedaba suficiente cordura para darse cuenta de que estaba parado al
borde de un abismo. La niña había dejado de hablar y estaba quieta, mirándolo con
sus grandes ojos negros. Esteban García tomó la mano de la criatura y la apoyó sobre
su sexo endurecido.
-¿Sabes qué es esto? -preguntó roncamente.
-Tu pene -respondió ella, que lo había visto en las láminas de los libros de medicina
de su tío Jaime y en su tío Nicolás, cuando paseaba desnudo haciendo sus ejercicios
asiáticos..
Él se sobresaltó. Se puso bruscamente de pie y ella cayó sobre la alfombra. Estaba
sorprendido y asustado, le temblaban las manos, sentía las rodillas de lana y las orejas
calientes.(Capitulo 9 Pagina 172).
Bien. ojo con los tildes
EliminarEl sentimiento de Esteban Garcia hacia la niña Alba era de envidia, odio, resentimiento, ya que ella podia disfrutar lo que podria haber sido de él en parte. Era tanto el deseo y los pensamientos perturbadores que tenía, que llegó a excitarse con su perfume con olor a Bayrum y su olor natural de chiquilla transpirada.
ResponderEliminar*Sentía odio y sobre todo estaba atraido por la pequeña Alba.
ResponderEliminar*Ella encarnaba lo que nunca tendría ,lo que él nunca sería...deseaba de hacerle daño y destruirla...pero también quería oliendola , escuchando su vocesita de bebe y teniendo al alcance de la mano su piel suave.
Él cerro los ojos ,estaba temblando.con una mano rodeó él cuello de la niña, sintió sus trenzas cosquilleandole la muñeca y apretó suavemente , consciente de que era tan pequeña, que con un esfuerzo mínimo podía estrangularla.
Capitulo:IX
Pagina : 302
Esteban García sintió que odiaba a esa criatura casi tanto como odiaba al viejo trucha. Ella encarnaba lo que nunca tendría, lo que nunca sería. Deseaba hacerle daño, destruirla, pero también quería seguir oliendola, escuchando su vocecita de bebé y teniendo al alcance de la mano su piel suave. Le acarició las rodillas, justo encima del borde de los calcetines bordados, eran tibias y tenían hoyuelos.
ResponderEliminarCon una mano rodeo el cuello de la niña, sintió sus trenzas cosquilleandole la muñeca y apretó suavemente, consciente de que era tan pequeña, que con un esfuerzo mínimo podía estrangularla. Deseo hacerlo, quiso sentirla revolcandose y pataleando en sus rodillas, agitandose en busca de aire. Deseo oírla gemir y morir en sus brazos, decir desnudarla y se sintió violentamente excitado. Con la otra mano incursionó debajo del vestido almidonado, recorrió las piernas infantiles, encontró el encaje de las enaguas de Batista y las bombacha de lana con elástico.
La niña había dejado de hablar y estaba quieta mirándolo con sus grandes ojos negros. Esteban García tomó la mano de la criatura y la apoyó su sexo endurecido.
Esteban sintió que odiaba a esa criatura, casi tanto como odiaba al viejo. Ella representaba lo que nunca tendría, lo que el nunca sería. Deseaba hacerle daño , destruirla pero también , quería seguir oliendola,escuchar su voz de bebé y tenerla al alcance de su mano su piel suave.
ResponderEliminarEsteban sintió que odiaba a esa criatura, casi tanto como odiaba al viejo. Ella representaba lo que nunca tendría, lo que el nunca sería. Deseaba hacerle daño , destruirla pero también , quería seguir oliendola,escuchar su voz de bebé y tenerla al alcance de su mano su piel suave.
ResponderEliminar*Ella encarnaba lo que nunca
ResponderEliminartendría, lo que él nunca sería. Deseaba hacerle daño, destruirla, pero también quería
seguir oliéndola, escuchando su vocecita de bebé y teniendo al alcance de la mano su
piel suave. Le acarició las rodillas, justo encima del borde de los calcetines bordados,
eran tibias y tenían hoyuelos.
*Él cerró los ojos, estaba
temblando. Con una mano rodeó el cuello de la niña, sintió sus trenzas cosquilleándole
la muñeca y apretó suavemente, consciente de que era tan pequeña, que con un
esfuerzo mínimo podía estrangularla. Deseó hacerlo, quiso sentirla revolcándose y
pataleando en sus rodillas, agitándose en busca de aire. Deseó oírla gemir y morir en
sus brazos, deseó desnudarla y se sintió violentamente excitado. Con la otra mano
incursionó debajo del vestido almidonado, recorrió las piernas infantiles, encontró el
encaje de las enaguas de batista y las bombachas de lana con elástico.